Andalucía Centro

La continuidad de la gestión de la estación de autobuses de Lucena se antoja ciertamente complicada. La progresiva reducción de los usuarios, ante el auge de otros modos de transporte colectivo, y el cierre de los diferentes locales ubicados en el recinto, cedidos por el Ayuntamiento a la concesionaria, inciden negativamente en la rentabilidad de este servicio.

Como ya ocurriera en 2012, según advertía en el Pleno de anoche Izquierda Unida, el próximo 23 de noviembre finaliza el actual contrato, en el Ayuntamiento y la empresa Carrera sin que, por el momento, se haya acordado la renovación de esta adjudicación.

Sólo un acuerdo bilateral, sustentaría una prórroga por cinco años.

El alcalde, Juan Pérez, ha vuelto a hablar hoy de la “plena disponibilidad” y del “ambiente cordial” entre ambas partes, volviéndose a emplazar a una reunión para la próxima semana.

Argumentaba el primer edil lucentino que “con independencia, de que la estación tiene algunos desperfectos que habrá que subsanar”, actualmente, “el gran problema es que la actividad ha disminuido considerablemente, hay otros elementos que perjudican el desarrollo la actividad de los autobuses”.

Por consiguiente, “evidentemente la estación no tiene la actividad que tenía unos años, de hecho, prácticamente, todos los locales, todos, salvo la cafetería, no están ocupados”.

En este contexto, “mantener esto, ahora, es ciertamente complicado para todos”.

El Ayuntamiento ya contempla una nueva licitación, con otras condiciones que pudieran resultar “más favorables” a posibles empresas interesadas.