Ecija

Los pantanos del Plan Écija salen de la situación de emergencia por sequía tras casi dos años y medio

Lunes, 08 Abril 2024 12:58 Redaccion 
Se rebaja el nivel hasta la alerta. Almacenan el triple de agua que en octubre
Los pantanos del Plan Écija salen de la situación de emergencia por sequía tras casi dos años y medio
Los pantanos que abastecen al Consorcio Plan Écija salen por primera vez en cerca de dos años y medio de la situación de emergencia por sequía prolongada. Las abundantes lluvias de este pasado marzo, sobre todo en Semana Santa, han llevado a la Confederación Hidrográfica del Gualdalquivir a rebajar el nivel de vigilancia y de medidas de control sobre las reservas y situar el estado de los embalses en alerta, en lugar de emergencia. Es una escala inferior al máximo nivel en un escenario de déficit hídrico. Después del nivel de alerta, se sitúa de prealerta, que es la fase previa a la normalidad.

Los embalses del Retortillo y Bembézar se encuentran cerca del 40 de su nivel, con los datos contrastados de acuerdo al último informe de sequía de la cuenca del Guadalquivir. Los pantanos, que abastecen a 200.000 habitantes de 17 poblaciones de la Sierra Sur y la Campiña entraron en emergencia por sequía en noviembre de 2021. Desde entonces, fueron perdiendo de forma preocupante reservas, especialmente malo fue el pasado año 2023 cuando el nivel de reservas de agua se puso por debajo del 10%. Cuando comenzó el año hidrológico, en octubre, contaban con 42 hectómetros cúbicos, y en la actualidad, con el último informe de sequía de la Confederación del Guadalquivir, almacenan 154 hectómetros cúbicos, es decir, el triple de agua embalsada.
 
Cuando se decretó el nivel de emergencia, el Consorcio junto con los ayuntamientos adoptaron medidas y restricciones con el objetivo de reducir hasta un 10% el consumo de agua; con decisiones como la prohibición del riego y baldeo con agua de la red; el llenado o rellanado de piscinas particulares; o la limpieza de vehículos particulares, entre otras limitaciones.
 
A pesar de la mejoría de los niveles de los embalses, las administraciones trasladan un mensaje de prudencia, porque la situación hídrica no ha recuperado todavía la normalidad y el cambio climático conduce a contextos de sequía más largos e intensos.