Ecija

Poblaciones afectadas por la crisis del benceno en el agua reclaman más de medio millón de euros al proveedor del lote tóxico

Miércoles, 05 Mayo 2021 15:58 Redaccion 
El Consorcio aprueba pedir responsabilidad patrimonial a la empresa suministradora del carbón activo adulterado
Cinco meses después de la crisis del benceno en el Consorcio de Aguas del Plan Écija, que obligó a declarar el agua no apta para el consumo para unas 180.000 personas de la Campiña y la Sierra Sur de Sevilla, la dirección de la empresa pública matriz ha publicado un informe tras la investigación interna que ha llevado a cabo.  Confirma que la causa de este foco de contaminación se debió a la presencia de benceno en un lote de arbón activo en polvo distribuido por la empresa suministradora. Este carbón activo se emplea en la potabilización del agua.
 
El informe señala que tras este “episodio puntual” se han adoptado una serie de medidas preventivas, se ha modificado el procedimiento de descarga del carbón activo y se ha implantado “un estricto y costoso proceso”, señala el documento, sobre la calidad del carbón activo que se reciba en la estación depuradora de Écija, y además se han incrementado los controles de calidad.
 
En el informe aprobado recientemente por el Consejo de Administración de ARECIAR, la empresa matriz, se indica que ese lote adulterado del carbón activo fue el origen de la contaminación por benceno, algo que ha reconocido el propio proveedor y así se incluye en el documento.
 
El Consorcio ha acordado abrir un expediente de responsabilidad patrimonial a la empresa suministradora del carbón activo que resultó tóxico por los daños causados a los ciudadanos, a la imagen del organismo de tratamiento y suministro de agua y los gastos extraordinarios para resolver esta crisis.
 
El Plan Écija y poblaciones afectadas por este episodio de contaminación pedirán que la empresa (Rabago) responda por los gastos que se asumieron durante el tiempo que no pudo beberse agua del grifo y hubo que habilitar camiones cisterna. Se cuantifican en más de medio millón de euros los gastos entre los que afrontaron las empresas suministradoras del agua en baja, es decir, desde los depósitos de agua municipales a las viviendas, y los que asumió el Consorcio y su empresa.