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La Diputación de Córdoba contribuirá económicamente a la rehabilitación y recomposición del claustro del convento franciscano de Lucena, construido en el siglo XVII.

Dos técnicos especialistas de la institución provincial han analizado, en los últimos meses, las patologías y afecciones existentes en la planta baja y en la galería.

Las conclusiones han establecido que las filtraciones de agua y las humedades, por la utilización de materiales impropios en la canalizaciones y evacuación de aguas pluviales, significan el origen del abombamiento de la solería, el desplome de los revestimientos o las grietas en los paramentos.

No obstante, los estudios efectuados descartan daños estructurales de seria consideración.

Una primera fase urgente procurará eliminar las anomalías y deficiencias en las conducciones de agua y en las redes de saneamiento soterradas, así como reestructurará el tránsito de los caudales hídricos.

La actuación supondrá un gasto de 123.000 euros y el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, escenificó ayer el compromiso de la institución provincial por completar el presupuesto pendiente una vez la comunidad franciscana sume los recursos obtenidos en donaciones y acciones benéficas. Fuentes aseveró que la Diputación estará "muy a la altura de las circunstancias" porque "es un deber estar con ellos" por lo que "supone para Lucena y en la historia" y "lo grande que es su labor".

A esta primera fase le sucederá, al menos otras dos más, igualmente con el respaldo de la Diputación, para continuar protegiendo y recuperando el esplendor del patrimonio.

Antonio Herrera, guardián del convento, subrayaba que "Lucena no puede perder el patrimonio del convento" y, al mismo tiempo, decía "que el edificio para nosotros era inviable".

A Salvador Fuentes lo acompañaron el alcalde de Lucena y miembros de la corporación municipal, además de otros representantes cercanos a la comunidad franciscana.