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Seis días después de la catastrófica DANA, origen de una destrucción impensable, dos familias de feriantes lucentinos persisten, diariamente, con unas arduas y esforzadas tareas, en el perímetro ferial de Paiporta, tratando de eliminar unas cantidades inabordables de tierra, lodo y barro y que sepultan sus atracciones de feria.

Varias empresas lucentinas han atendido, con una formidable implicación, al llamamiento desesperado, lanzado el pasado viernes, y han trasladado hasta la geografía valenciana maquinaria pesada y numerosas herramientas.

Aroan, sociedad constructora, ha enviado dos retroexcavadoras, sumándose un furgón de la empresa Alquidal, asignado al desplazamiento de mercancía y otro más, aportado por Lucinve, repleto de pistolas de impacto, recambios para camiones, compresor o un grupo de luz. Durante este lunes, llegará a Paiporta, dramático ejemplo de la devastación gigantesca, Pablo Ortiz, de Artesana Pizzería, para implicarse en las acciones de rescate.

Estos feriantes, y así lo cuenta Araceli Pérez, precisan, con urgencia, de una grúa autopropulsada o de un camión grúa, de hasta 100.000 kilos, para terminar de extraer y desmontar las dos atracciones de feria. Solicitan “por favor” este tipo de estructuras “para sacar las atracciones, que es lo más importante” y “son muchas toneladas lo que pesa”. Ahora, “el barro dificulta el desmontaje, para poder sacarlas de allí, aunque estén desenterradas, hay que desmontarlo” y “con toda la maleza, y todo lo que ha arrastrado, no se pueden bajar torres, sin algo que lo sujete, porque podemos tener más problemas”.

Expresan su gratitud, por la atención constante, al alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, y a Jesús López, portavoz de Ciudadanos, por la movilización propiciada.

Desde Lucena, y otros puntos de Andalucía, han recibido, asimismo, aparte de voluntarios, multitud de alimentos y materiales básicos, mientras continúan denunciado la inexistencia de auxilio y atención por parte de los cuerpos de emergencia, instituciones y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de Valencia.

Las caravanas siguen asentadas en Ribarroja de Turia, a unos diez kilómetros de Paiporta, una localidad que exhibe una imagen panorámica de tremenda devastación.

Araceli Pérez narra que “Paiporta está destruida” y “el recinto ferial desolado y destruido”. Por tanto, “es una imagen catastrófica, está totalmente roto”, este municipio, “y muchos compañeros, que están allí, sus atracciones ni se van a salvar”, en definitiva, “es como si hubiera caído una bomba”, finaliza.