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El mercadillo público de Lucena cambiará de emplazamiento en su regreso al nuevo recinto ferial.

El equipo de gobierno popular aprobaba anoche en el Pleno la modificación de la Ordenanza, para la regulación del Comercio Ambulante, con el único respaldo de Vox, cuya concejala se afianza como aliada permanente del PP.

El PSOE votó en contra y el resto de formaciones políticas se abstuvo.

Los vendedores, en las próximas semanas, abandonarán, por tanto, la ubicación provisional de la Ronda del Valle y, una vez terminen las obras del carril bici, se desplegarán a lo largo de la calle Miguel Pérez Solano, desde la zona trasera de la caseta de Izquierda Unida hasta el aparcamiento del Auditorio Municipal.

Francisco Barbancho, concejal de Mercados, insistía en que sólo esta propuesta cumple los requisitos técnicos, respaldada por un informe de la Policía Local, por razones de seguridad, control, limpieza, accesibilidad y facilidades para los propios concesionarios de los puestos.

Barbancho, que se manifestó predispuesto a asumir “peticiones para mejorar”, si aludió a “los cuatro años de bandazos” del anterior gobierno municipal socialista puesto que “aprobaron dos planos y ninguno finalmente fue donde se ubicaban los vendedores”. Con todo ello, sostuvo que “venimos a tomar decisiones y arreglar problemas”. Durante su turno de palabra, comentaba que “los vendedores opinan unos de una manera y otros de otra”.

Desde la oposición reclamaron a Barbancho un mayor consenso con los vendedores y más información a los grupos municipales y a los adjudicatarios. El PSOE aseguraba que, más de un 80% de los comerciantes, rechazan la nueva situación y prefieren la anterior, por ejemplo, con un punto de entrada y de salida. Es más, antes que la propuesta ideada por el gobierno local, indicaron los socialistas, elegirían permanecer en la Ronda del Valle.

El PSOE, asimismo, defendió la viabilidad del emplazamiento precedente, en el recinto ferial, porque resultaría posible, durante unas horas, cortar el tránsito del carril bici.

El edil socialista Alberto Lora advirtió de que el lugar delineado provocará “menos puestos y más pequeños”, además, reclamó, como portavoz de la mayoría de los vendedores, la apertura de los servicios del nuevo recinto ferial cada miércoles. De la misma manera, en su crítica avisaba de que “se corre el riesgo de que muchos comerciantes no se pongan si aprobamos esta ordenanza” y, en definitiva, “de que se pierda” esta actividad local.