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El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado la declaración de los Danzantes de San Isidro de Fuente-Tójar como Bien de Interés Cultural. Pasan a inscribirse en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz como Actividades de Interés Etnológico.

Se trata de una consideración que, junto a otros rituales festivos de la provincia de Córdoba, ejemplifican la diversidad de las manifestaciones socioculturales de Andalucía y suponen un importante respaldo y reconocimiento institucional a esta ancestral tradición tojeña que cada 15 de mayo en el marco de la festividad del patrón, San Isidro Labrador, concita el interés de toda la comarca de la Subbética.

Mari Fe Muñoz, alcaldesa en funciones de Fuente Tójar, ha resaltado que "se trata de una satisfacción comprobar cómo, después de casi seis años de trámites, esta seña de identidad de Fuente Tójar consigue un reconocimiento de estas características que, además de servir de promoción, también otorga una protección institucional para su mantenimiento y legado a las generaciones venideras".

A finales de 2017, la Corporación municipal acordaba solicitar esta declaración con el respaldo ayuntamientos y mancomunidades de la provincia de Córdoba.

Los Danzantes de San Isidro Labrador de Fuente-Tójar son, hoy por hoy, herencia de una ancestral tradición en forma de danza que hunde sus raíces en la Edad Media y que suponen un patrimonio intangible de incalculable valor para la cultura tojeña, y desde el día de hoy para toda Andalucía.

Una joya del folklore nacional, reconocida ya en 1963 con el Primer Premio Nacional de Danzas Antiguas celebrado en Madrid, en la que ocho danzantes dirigidos por un maestro bailan ante el patrón en ocho puntos de su recorrido procesional, acompañados por sonidos de pandereta, castañuelas, y melodías de guitarra y violín.

Lucen un vistoso sombrero revestido de flores de papel del que cuelgan cinco cintas de seda de diferentes colores. Todos llevan camisa blanca con encajes, enaguas blancas y falda de vistosos colores lisos, cubriendo las piernas con medias de algodón y los pies con alpargatas blancas.