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El Ciudad de Lucena volvió a perder el fin de semana pasada, en su casa, ante el Sevilla C por 1-0. Con el pitido del árbitro y el final del partido, el jugador celeste, Manu Molina, se arrodilló en el césped, llorando desolado tras dejarlo todo en el campo y tras un gol en contra del que se sentía responsable. Fue ahí cuando saltó al campo su madre, Mari Ángeles, la primera en consolar a su hijo tras desfondarse durante 90 minutos. 

"Es una madre. Yo sé que todo el mundo piensa que la suya es la mejor, pero la mía es espectacular. Es de otro mundo" nos comentaba hoy el jugador del Ciudad de Lucena tras escuchar por sorpresa las palabras de Mari Ángeles durante la entrevista que ha tenido lugar en SER Lucena. "El domingo se me rompió el corazón de verte desolado, llorando, porque cuando dejas el alma en el campo piensas que has fracasado. Pero quién te conoce sabe que eres todo corazón, que te dejas el alma, así que aunque el resultado no te acompañe, el trabajo bien hecho también se ve" le decía su madre a un Manu Molina especialmente emocionado, y que solo tenía palabras de agradecimiento.

Para ella y para ellos, sus compañeros, quienes también le dieron su apoyo y cariño. "Son con los que convives día a día. Están en las buenas y en las malas. Vino Juani, Vacas, Baldo, compañeros...y luego en el vestuario igual. Hablamos en el vestuario y lo dijimos, estamos haciendo las cosas bien, no estamos teniendo fortuna de cara a gol pero la situación se va a revertir".  

Para terminar, Manu Molina lanza un mensaje de conjura a la afición: "Nos vamos a dejar todo para que las cosas buenas nos sigan pasando".

Puedes escuchar la entrevista completa en SER Lucena.