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La comunidad de regantes de Miragenil, en Puente Genil, espera que se inicie en tres meses la obra de la infraestructura necesaria para poner en riego 1.000 hectáreas de olivar con aguas regeneradas, tratadas en la estación depuradora de la localidad. Es un proyecto por el que han estado luchando 20 años. La inversión puede alcanzar los ocho millones de euros.

Está muy cerca el inicio de los trabajos de construcción de las balsas y las canalizaciones necesarias para usar las aguas regeneradas, tratadas en la estación depuradora, en mil hectáreas de olivar en Puente Genil, el proyecto de la comunidad de regantes de Miragenil que ha estado dos décadas de trámites, modificaciones y parálisis, hasta que en octubre de 2023, los comuneros recibían la noticia decisiva: la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir daba luz verde a la concesión, tal y como recuerda Pablo Gutiérrez Rivas, el presidente de la Comunidad de Regantes de Miragenil, implicado desde el principio en este importante proyecto.

 
Detrás de este proyecto se encuentran unos 280 pequeños agricultores de Puente Genil, cuyas explotaciones están ubicadas en la zona suroeste del término municipal. La puesta en marcha de esta zona regable va a permitir “la viabilidad futura de la producción agrícola y la economía” de las familias que dependen de este olivar tradicional. Habrá fincas en las que se pueda duplicar la producción media.
 
El plazo de ejecución de la obra es de alrededor de año y medio. Los regantes esperan poder acceder a subvención de la Junta de Andalucía para financiar la obra.
 
La puesta en marcha de mil hectáreas de riego generará empleo en Puente Genil, aumentará la producción de estas familias olivareras y supondrá también la renovación de olivar de este territorio. Además, puede ser un aliciente para los jóvenes, aunque el relevo generacional un problema complejo que debe abordarse desde diversas ópticas.
 
La comunidad de regantes de Miragenil afronta la recta final a un largo proceso, de dos décadas, para iniciar este proyecto fundamental para la viabilidad en el futuro de estas familias olivareras.

La cuenca del Guadalquivir recoge la distribución de 20 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas a comunidades de regantes de la demarcación.