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Enésima reparación del pavimento y el subsuelo de las calles del centro histórico de Lucena. En estos días, operarios municipales resuelven hundimientos, grietas y socavones en las calles San Pedro, Alcaide, San Francisco o Las Torres, entre la incomprensión y molestias vecinales y los cortes de tráfico.

Desde hace años, periódicamente resultan imprescindibles estas actuaciones por el deterioro del firme. Nuevamente, el concejal de Obras, César del Espino, ha emplazado el origen de estos reiterados problemas en la errónea y deficiente base que se implantó cuando se remodelaron integralmente las calles del centro urbano de Lucena.

Del Espino sí ha puntualizado que los sectores y partes fragmentadas que se arreglan, obtienen una restitución definitiva y, anualmente, se interviene en puntos donde aparecen desperfectos por vez primera.

El concejal socialista ha explicado que “si hay dos metros cuadrados que han tenido fallo y hay hundimiento, cuando se arregla, el próximo será a lo mejor el que está al lado, pero no esos dos metros cuadrados”.

En diversas situaciones, “visualmente se puede pensar”, detallaba Del Espino, “como son las mismas calles siempre que es lo mismo y todos los años se hace mal y hay que volverlo a hacer”. No obstante, “no es así, lo que se arregla un año ya no hay que tocarlo más”.

En el Ayuntamiento, “estamos muy pendientes de eso y particularmente en mi caso, yo, por mi formación, incluso llego a la obra e indico la dosificación del mortero que tienen que echarle para que sea un mortero rico”.

Del Espino ha reconocido que, desde hace tiempo, el Ayuntamiento ha de afrontar con medios y recursos propios estas actuaciones, sin que existan facultades legales para repercutírselo a las empresas que ejecutaron los proyectos en estas calles. Cuatro oficiales y cinco peones, contratados temporalmente, materializan unas reparaciones que se pretenden concluir al término de la próxima semana.