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Las aisladas lluvias otoñales aún resultan realmente insuficientes y Lucena continúa en el rango de escasez grave en el abastecimiento de agua, dentro del nivel de emergencia vigente en la demarcación hidrográfica del Guadalquivir.

Un bando, dictado por el Ayuntamiento, enumera hasta ocho actuaciones y medidas de precaución, de obligado cumplimiento desde el 7 de octubre, con el objetivo último de insistir en la contención del uso de los recursos hídricos de la red municipal.

Aparte de la reducción del caudal del suministro, aplicado, desde hace dos meses y medio, entre las 23:30 y las 06:00 horas; queda terminantemente prohibida la limpieza mediante riego, con mangueras y similares, de aceras y portales exteriores de las viviendas y, también, el lavado de vehículos particulares en la vía pública. Además, se califica de “deseable” hacerlo extensivo a patios, terrazas y balcones.

El Consistorio también impide el vaciado de piscinas a la red de saneamiento, además del llenado o reposición con agua potable.

Desde la administración local, se interrumpen los riegos y baldeos, salvo que se efectúen con aguas regeneradas o no aptas para el consumo humano. En estos días, técnicos municipales intensificarán las campañas de búsqueda y reducción de fugas en la red de abastecimiento y la detección de fraudes y usos indebidos.

Finalmente, en los edificios municipales que permanezcan cerrados, se cortará totalmente el abastecimiento y el Ayuntamiento recomienda idéntica acción en institutos y otros centros públicos y privados.