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El encarecimiento de materiales como el acero y el hierro han elevado el presupuesto de la obra de reconstrucción de la traída del agua desde el Manantial de Zambra a Lucena hasta los 10 millones de euros. En el año 2018, esta actuación, imprescindible y de una prioridad absoluta, se calculaba en unos 7 millones de euros.

Los recursos hídricos obtenidos en la pedanía ruteña, en el entorno de la Sierra de Gaena, suponen una de las dos vías de abastecimiento que percibe Lucena.

Simultáneamente, la empresa provincial de aguas, Emproacsa, también nutre a la localidad con suministro desde el pantano de Iznájar.

En las últimas semanas, ante el surgimiento de cortes y limitaciones la proporción de agua potable en la población lucentina, ha cobrado aún más relevancia la renovación de las conducciones que nacen en el Manantial de Zambra puesto que, en el trayecto de unos 24 kilómetros, se pierde, por el deterioro y las fugas en las infraestructuras, más del 50% del agua transportada.

Basándose en el estudio técnico de la empresa Gis, de ingeniería civil, aportado en diciembre del 2018, el Ayuntamiento ha dividido la actuación en dos fases.

La primera, que abarca el inicio de las canalizaciones, en Zambra y en Lucena, se pretende licitar antes de que finalice este ejercicio.

Aprobada ya la ordenanza, que fusiona dos normativas anteriores sobre el ciclo integral del agua, y permite la aplicación de un canon finalista, en la factura, para financiar esta obra, Aguas de Lucena ya puede solicitar un préstamo bancario que avalará el Consistorio.

Hasta la fecha, la millonaria inversión no ha obtenido subvenciones de administraciones superiores, si bien el equipo de gobierno socialista aún conserva esperanzas de conseguir ayudas económicas procedentes de la Junta de Andalucía o de los fondos Next Generation.