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El Ayuntamiento de El Rubio, en la campiña sevillana, va a solicitar algo más de 600.000 euros de los fondos reintegrables (FEAR) de la Diputación de Sevilla para convertir la residencia de ancianos en un centro para personas con discapacidad. El alcalde, el socialista Rafael de la Fe, asegura que adopta esta decisión por la imposibilidad en este momento de concertar plazas públicas para mayores. Pero sí hay posibilidad de ofrecer un centro público para atender la demanda de personas con discapacidad y dependencia.
 
La residencia que se proyecta en El Rubio tendrá 20 plazas y una unidad de estancia diurna. Las obras para concluir lo que iba ser el geriátrico y convertirlo en este centro van a tener un plazo de ejecución de unos nueve meses, comenzarán en noviembre y supondrán una inversión de unos 625.000 euros.
 
El alcalde de El Rubio, Rafael de la Fe, asegura que este centro va a generar el doble de empleo que la residencia: 20 puestos de trabajo. El regidor explica que había que tomar una decisión ya sobre el futuro de lo que iba ser la residencia de mayores, puesto que el equipamiento estaba sufriendo actos vandálicos y además se han invertido desde que se inició su construcción 1,5 millones de euros. El regidor mantiene que esta residencia para el colectivo con discapacidad va a ser referente en la comarca.
 
La asociación de discapacitados de El Rubio ‘Nosotros también contamos’ recibe con mucho entusiasmo esta noticia. Isabel Prieto, miembro del colectivo, madre de una joven con discapacidad, explica que las familias no pueden hacer frente a todas las necesidades de sus hijos, porque presentan problemas específicos. Con esta residencia cambia la situación para padres y familiares, ya que habrá un centro con profesionales que desarrollarán terapias especializadas.
 
En esta residencia trabajarán cuiadadores, profesionales de terapia ocupacional, además de personal de cocina, lavandería y administración. Es un centro que atenderá a personas con discapacidad intelectual y física, parálisis cerebral, autismo y con un grado de dependencia 2 y 3.