La Rambla

"En riesgo" la salud de unas trabajadoras de la ayuda a domicilio de La Rambla "abandonadas"

Viernes, 12 Febrero 2021 18:12 Redaccion 
Advierten de que "van a acabar mal psicológicamente" por la desprotección en este año de pandemia
Miedo, angustia e indefensiónentre las empleadas del servicio de ayuda a domicilio de La Rambla. Relatan que asisten a contagiados por covid-19 sin una protección oportuna y denuncian que ninguna administración pública se interesa ni actúa ante el peligro que soportan diariamente en los diferentes domicilios donde desarrollan su trabajo.

Cobran, por hora, 6,05 euros brutos. El mismo nivel salarial estipulado desde hace 12 años.

Esta plantilla, integrada por unas 60 auxiliares, ha advertido de que carece de una formación básica para utilizar los equipos de protección individual y que han de enfundarse y desprenderse de los monos, gafas o mascarillas en los portales de las casas e incluso en la calle.

Exponen que la concesionaria del servicio en La Rambla, Clece, les proporciona unos guantes de vinilo, los mismos que antes de pandemia. Un material que continuamente se agrieta.
Ana Fernández, una de las trabajadoras, cuenta que, especialmente en Andalucía se desprecia a este sector, que sufre una incidencia de contagios del 16,3%, sólo por detrás de los sanitarios. Expone que “del centro para abajo, somos las más explotadas,  las que peores condiciones tenemos, eso es discriminación por territorio”.

Insiste en el “abandono increíble por parte de todas las administraciones y estando totalmente dejadas por parte de todos”, además de advertir de que “están poniendo en riesgo nuestra salud todos los días, y les da igual”.

Alude Ana Fernández a “los guantes, un guante que antes de ponérselo ya está roto, nos entra el agua estamos llevando el virus, si lo tenemos sin saberlo, de casa en casa”.

Pronuncian esta voz de alarma y de auxilio porque se sienten solas y desamparadas. También lamentan el escaso o nulo cumplimiento de las medidas de prevención contra el coronavirus por parte de algunos familiares de los usuarios, como apunta Rosa Carmona. “Porque vas de casa en casa”, relata, “el usuario no se mueve de su casa, a lo mejor, pero sí entran familiares, que nada más que entrar se quitan la mascarilla, le dan dos besos al abuelo”.
Avisa de que “psicológicamente, vamos a acabar, vamos a acabar muchas mal, tenemos mucha presión” y “al estar tan solas, tú misma te tienes que decir, voy para adelante con esto, pero de verdad, psicológicamente, muchas de las auxiliares vamos a acabar bastante mal con esto”.

Afirman que el convenio colectivo permanece caducado desde 2018 y reivindican un protocolo similar al aplicado en residencias, centros de día y una protección consonante con la otorgada a los sanitarios.