Casariche

Comienza la mudanza del mosaico romano ‘El Juicio de Paris’ del Arqueólogico de Sevilla al Museo de Casariche

Jueves, 08 Junio 2017 20:08 Redaccion 
El proceso de desmontaje, despiece y transporte de la obra durará 40 días
Ya está en marcha elproceso para trasladar el mosaico romano ‘El Juicio de Paris’, una obra singular y de más interesantes de la época tardo-romana en la Península Ibérica, desde el Museo Arqueológico de Sevilla hasta la Colección Museográfica del Mosaico Romano de Casariche. Desde la semana pasada se está procediendo al despiece del mosaico, que tiene una dimensión cercana a los doce metros cuadrados, para su posterior traslado. El proceso durará unos 40 días, con lo cual, el Ayuntamiento espera que el mosaico esté instalado en el museo local entre finales del mes de julio y principios de agosto.
 
Este proceso de mudanza lo está dirigiendo el restaurador Jesús Serrano, que se encargó precisamente de su colocación en el Museo Arqueológico de la capital, después de que esta gran pieza se extrajera de la villa romana El Alcaparral en el año 2000.
 
La vuelta del mosaico a Casariche se va a producir cuando se cumplen 32 años de su hallazgo. Supone un hito para esta localidad sevillana de la Sierra Sur  de algo más de 5.500 habitantes y va a impulsar la promoción e investigación del patrimonio cultural y arqueológico del municipio.
 
El alcalde de Casariche, Basilio Carrión,  se muestra satisfecho con la vuelta del mosaico, tras un largo camino de negociaciones con la Junta de Andalucía. Pero insiste en que la labor de blindar y sacar a luz el legado romano y cultural no acaba aquí. La recuperación de esta obra es un aliciente para continuar con el trabajo de promoción del patromonio local.

El de Casariche es el único mosaico hallado en la Península Ibérica en el que el juicio de Paris es el tema central, y no auxiliar. El motivo que se narra se encuentra intacto.  Los estudiosos datan la obra entre finales del siglo V y principios del VI después de Cristo.

Antonio García, técnico responsable de Cultura en el Ayuntamiento de Casariche, señala que el mosaico centra el eje discursivo de la colección museográfica. Un museo que reúne las condiciones de temperatura, iluminación y de espacio para albergar esta obra.
 
La pieza, de casi 12 metros cuadrados, se va transportar en 23 fragmentos. Se ha fabricado un embalaje especial: cada pieza se llevara en una caja de madera, con una almohadilla que permita que no sufra durante el viaje, de Sevilla a Casariche.
 
El Museo del Mosaico se acerca a las 11.000 visitas
 
El regreso de ‘El Juicio de Paris’ va a ser un revulsivo para el turismo local volcado en la Cultura y tendrá un impacto positivo en la Colección Museográfica, que desde que se abrió en marzo de 2014 ha superado las 10.600 visitas.
El mosaico ‘El Juicio de Paris’ se extrajo de su yacimiento en noviembre del año 2000. Se trata de un gran mosaico de 3,6 metros de alto por 3,2 de ancho, que representa la famosa escena de la mitología romana, donde las diosas Atenea, Hera y Afrodita se disputan, ante Paris y Hermes, la manzana de oro, símbolo de la belleza. Desde mayo de 2002 hasta fecha reciente se ha expuesto en el Museo Arqueológico de Sevilla.
 
Juan Carlos Jiménez, arqueólogo que participó en las excavaciones en el yacimiento de ‘El Alcaparral’, está casi convencido de que el mosaico se adquirió en un taller itinerante. Así lo expuso en una conferencia de los cursos de verano en Casariche en septiembre de 2014: “Esta pieza es un emblema, la han traído de fuera. Por las teselas se aprecia la influencia oriental”, señala el investigador, que cree que la pieza pudo haberse creado en el norte de África o en Oriente.
 
El arqueólogo habla del momento en que se adquirió la pieza. “Estamos ante la villa de un personaje imperial bizantino que encarga un episodio de la mitología griega, de la Ilíada de Homero. Ocurre en la época romana tardía, con el avance de los visigodos”, relata. El investigador piensa que el mosaico ‘El Juicio de Paris’ es “una pieza única y excepcional” por su temática, por la riqueza cromática, por su ejecución y el significado en el momento en el que se encargó y adquirió. “Una andanada de cultura clásica grecolatina en una época hispano-romana en convulsión, con un cristianismo incipiente y con el poder visigodo emergente”, concluye.