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El juzgado de Écija que investiga el fallecimiento de una niña de Écija de tres años días después de someterse a una operación de amígdalas en el Hospital de alta resolución de la localidad ha tomado este jueves declaración como testigos a tres médicos del centro hospitalario, entre ellos, el especialista otorrino que operó a la pequeña.

Según el abogado que representa a la familia de la pequeña, Manuela, los facultativos no han dado ningún tipo de explicación convincente sobre la causa de la grave hemorragia que sufrió y que desencadenó su muerte. Fernando Osuna, el letrado, insiste en que la pequeña entró sana en quirófano y tras la operación sufrió los problemas, acudió varias veces a urgencias hasta que finalmente murió. Recuerda que en el hospital de Écija no le realizaron una analítica previa a la intervención.


 
La familia de Manuela mantiene la acusación de homicidio por imprudencia en este proceso penal en el que figura una médica como investigada.
 
El abogado de la familia espera que el juzgado tome declaración al anestesista que intervino en la operación. También, se espera que testifique el forense.
 
El informe médico aportado por la acusación habla de una serie de desaciertos en atención médica que produjeron un retraso muy considerable en el diagnóstico, que llevaron a la muerte de la pequeña. Días después de operarse y tras acudir en varias ocasiones a urgencias del hospital, la niña sufrió una hemorragia en su domicilio. Falleció tras esperar varias horas la ambulancia en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
 
La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Catalina García, aseguró hace unos meses que su departamento tiene abierta una "investigación interna" sobre el caso para esclarecer los hechos.
 
La querella presentada por la representación legal de la familia de la niña, ejercida por el bufete Fernando Osuna, pide que los hechos sean considerados un "delito de homicidio por imprudencia profesional grave", penado con hasta cuatro años de cárcel.
Además, se solicita la "inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo" por un periodo de tres a seis años para el facultativo que atendió a la menor fallecida por la "inobservancia de las normas de cautela" en una actuación "absolutamente culposa en la asistencia en Urgencia del Hospital de Écija, provocando un retraso en el diagnóstico que hubiera sido determinante para salvar la vida" de la pequeña.