En plena segunda ola de calor, con temperaturas por encima de los 40º en buena parte del centro de Andalucía, Ser del Campo viaja al sur de Córdoba, para conocer la situación del olivar y de las plagas, de la mano de Antonio Pozo, técnico de la API de Lucena.
El calor ha hecho que la mosca del olivo, que esta campaña adelantó su actividad (con el consiguiente aumento de capturas y picadas) con respecto a campañas anteriores, esté prácticamente desaparecida en todo el territorio. Por contra, la chicharra se ha adueñado de los campos de olivares con la llegada del calor; la práctica de impregnar los olivos de caolín es uno de los tratamientos tradicionales más efectivos contra esta plaga.
En Ser del Campo también nos hacemos eco de la preocupación de las explotaciones ganaderas de la provincia de Málaga por las altas temperaturas de este verano. Cerca de tres mil familias viven directamente de la ganadería en la provincia de Málaga.
