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Antequera se convierte durante esta semana en epicentro del deporte universitario. Se celebra el Campeonato del Mundo de Balonmano con la participación de 14 selecciones, tanto en categoría masculina como femenina. En concreto, Chile, República Checa, Francia, India, Países Bajos, Polonia y España. Es un evento que llega de la mano del Consejo Superior de Deportes y que se extenderá hasta el próximo domingo.

Participan cerca de 300 deportistas que ya están en la ciudad con un impacto económico directo en la ciudad que se cifra en medio millón de euros, según destacaba el concejal de Deportes, Juan Rosas.

Este domingo tenía lugar la ceremonia inaugural en el pabellón Fernando Argüelles y el primer partido entre España y Polonia con triunfo para los anfitriones 35-27. “Ya es la segunda ocasión que celebramos un Mundial Universitario de Balonmano. Antequera tiene experiencia en la organización de estos torneos y comparte el espíritu del deporte universitario. Estamos dispuestos a acoger a todos los participantes y ayudarles a que todo salga magníficamente bien”, afirmó el alcalde de Antequera Manuel Barón en el acto de apertura del torneo. A continuación, Héctor Mauricio Escamilla, rector de la Universidad Camilo José Cela, dejó el siguiente mensaje como organizador. “Estamos encantados de tener un evento de clase mundial y es una oportunidad de unir voluntades, desarrollar el bienestar de las personas y, en especial, el entendimiento cultural que el deporte nos brida”.

En todo campeonato de este tipo interviene la Federación Internacional de Deporte Universitario de la que Rosaura Méndez es miembro del comité ejecutivo. “Antequera es una ciudad que se caracteriza por el desarrollo del deporte y venimos a disfrutar de su tradición y patrimonio y de este campeonato que, con tantas delegaciones, es maravilloso”. Una vez realizadas las declaraciones de las autoridades, el grupo de baile “Origen Crew”, de la escuela Origen Dance Studio de Antequera, se encargó de amenizar la ceremonia inaugural antes del izado de la bandera de la FISU y el juramento de deportistas y árbitros, representados por Clara Gascó (jugadora del combinado español) y Raúl Oyarzun (colegiado), para comprometerse a hacer gala de juego limpio ‘fair play’ y respetar todas las reglas.