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El PSOE de Antequera vuelve a reclamar a la Junta de Andalucía y a la Diputación de Málaga que adopte medidas para poner freno a la implantación descontrolada de megaparques fotovoltaicos. Es un problema que afecta de lleno a la comarca con casos muy preocupantes como el de Cartaojal, donde los proyectos que hay en marcha amenazan con dejar al pueblo literalmente rodeado de placas solares.

Los socialistas piden a la Junta que ponga en marcha las medidas que recoge la Iniciativa Legislativa Municipal que han presentado cerca de un centenar de ayuntamientos de Andalucía (entre los que no se encuentra el de Antequera) y que fue rechazada el mes pasado por el PP en el Parlamento andaluz. Entre esas propuestas, una moratoria en la instalación de megaparques solares hasta la aprobación de un Plan de Transición Energética de Andalucía.

Máxima preocupación en Cartaojal

El portavoz socialista en Antequera, Francisco Calderón, denuncia la situación de abandono en la que se encuentran los vecinos de Cartaojal. “La transición energética debe abordarse a través de un ambicioso plan orientado a la reducción de las necesidades de la sociedad y a la implementación de prácticas dirigidas a la gestión de la demanda que reduzcan las necesidades netas de potencia de generación y que acerquen las fuentes de producción a las de consumo, evitando el transporte innecesario de energía”, ha explicado. En este sentido, asegura que mientras los proyectos de autoconsumo “se topan con una puerta cerrada”, la Junta de Andalucía “está dando vía libre a los proyectos que implican la implantación de energía renovable a gran escala”.

El PSOE abordará este asunto en el pleno de este viernes del Ayuntamiento de Antequera a través de una moción con la que también piden la implicación de la Diputación de Málaga. En este sentido, reclaman la puesta en marcha de una mesa de trabajo con los alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados.

“El paisaje, los seres vivos del medio natural, pero también los proyectos y estilos de vida sostenibles de las personas que viven en campos, pueblos y aldeas, están siendo presa de una transición energética liderada desde arriba y enfocada a los beneficios accionariales de grandes empresas. Sufrirán un grave acoso, y el plus de bienestar y salud de que gozan estas personas se acabará si las administraciones no actúan para una correcta planificación”, añade Calderón.