Entre esos bienes hay ocho iglesias de Antequera (San Pedro, San Juan, Santo Domingo, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de los Dolores, San Miguel, Nuestra Señora de las Maravillas y San Francisco). Destaca también el Santuario de Nuestra Señora de Gracia en Archidona o la iglesia de Santa María del Reposo de Campillos.
En dicho listado hay igualmente casas, capillas, solares o ermitas en Bobadilla Estación, Fuente de Piedra, Valle de Abdalajís, Villanueva de la Concepción, la barriada de Salinas en Archidona, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Villanueva de Tapia, Almargen, Cañete la Real, Sierra de Yeguas o Teba que el Obispado de Málaga puso a su nombre sin título distinto a la certificación eclesiástica.

La Iglesia Católica pudo inmatricular miles de propiedades entre 1998 y 2015 gracias a la reforma de la Ley Hipotecaria llevada a cabo en su día por parte del Gobierno de José María Aznar, que permitió también inscribir templos como la Mezquita de Córdoba. Bastaba con que la propia diócesis dijera que era su titular para ponerla su nombre. Una nueva reforma de la Ley en 2015 impidió que la iglesia continuara con este tipo de inmatriculaciones prácticamente sin certificación más allá de la suya.