Los Toros

Dávila y Escribano no fallan

Domingo, 26 Abril 2015 22:12 Redaccion  Redacción

Interesante corrida de Miura en la corrida que cerraba el ciclo abrileño

La 75ª presencia consecutiva de los toros de Miura en la Feria de Abril, donde no faltan desde 1940, respondió al guion previsto. Un encierro duro de patas, con bastante que torear y que vendió muy caras todas y cada una de sus embestidas. Por su parte, la emoción la pusieron Dávila Miura, que en su reencuentro con Sevilla por la efeméride referida a su casa ganadera cortó una oreja al cuarto; y Manuel Escribano, quien puso toda la carne en el asador para cortarle otra al quinto.


Se lidiaron toros de Miura, bien presentados, tercero y quinto con más de 600 kilos, y desiguales de juego. El primero fue complicado, el segundo se desplazó pero al no humillar terminó orientado; complicado el tercero, cuarto y quinto se dejaron con mejor inicio que final de muletazo y también fue difícil el sexto.

Eduardo Dávila Miura, de tabaco y oro, saludos y una oreja.

Manuel Escribano, de amapola y oro, saludos y una oreja.

Iván Fandiño, de vainilla y oro, silencio tras aviso y palmas de despedida.

La plaza casi se llenó en tarde primaveral, con lluvia en el paseíllo y soleada después y viento que molestó a los toreros.

El reencuentro de Dávila Miura con Sevilla resultó emotivo desde la ovación inicial al romper el paseo hasta la que sonó atronadora cuando cogió el camino de la calle iris. Su primero, de salida, se desplazó poco y apretó por el pitón izquierdo. Bien Javier Ambel en banderillas, brindó al respetable Dávila y le tocó bailar con una embestida complicada y descompuesta de un Miura que casi le echó mano por el pitón izquierdo. faena de ay y uy que remató el sevillano con una estocada que asomó, media y un descabello. La cosa mejoró en el cuarto, con el que se templó a la verónica, rematando con buena media por el pitón izquierdo. El miura se desplazó y humilló en el capote de Ambel en banderillas y mantuvo el son en la muleta, aunque siempre tuvo mejor inicio que final de muletazo. Se tiró Dávila muy de verdad tras la espada y cobró una estocada rotunda que puso en sus manos una emocionante oreja.

Escribano recibió a su primero con una larga cambiada de rodillas en el tercio. Galleó por chicuelinas para dejar al toro de largo en el caballo de José Manuel Quinta e hizo vibrar al respetable cuando a la salida del tercer par de banderillas paró al toro corriendo hacia atrás con la mano en la testuz del animal. Brindó al público y comenzó su faena con dos muletazos cambiados por la espalda. El de Miura se desplazó en los primeros compases del trasteo, pero no humilló con lo que acabó marcando al torero en exceso por ambos pitones. Mató de pinchazo y estocada. Al quinto, un toraco de 656 kilos de nombre Bandolero, lo recibió a portagayola para lancearlo después a la verónica y clavarle un tercer par al quiebro, al violín y por los adentros. Brindó su faena a Dávila Miura y se llevó un susto en forma de pitonazo en los estatuarios de inicio. La condición del toro fue parecida a la del cuarto, con mejor inicio que final de muletazo, y Escribano puso todo de su parte para hacer sonar la música. Subió el trasteo al natural y torerísimo de Gerena en el desplante final. Mató ahora de estocada desprendida y cortó una oreja.

La apuesta torista de Iván Fandiño en esta Feria de Abril no tuvo recompensa porque pechó con el lote más complicado. Su primero, agalgado de hechuras, se rebrincó de salida. Escaso de fuerza, no humilló nunca y gazapeó siempre, marcando a un torero que bastante hizo con intentarlo. En el que cerró plaza no mejoró el panorama y eso que Fandiño lo recibió con una larga de rodillas en el tercio y lo lució en el caballo de picar que montaba Manuel Bernal. El de Miura pareció alegrarse en banderillas, pero enseguida se puso probón, reponía pronto y casi le echa mano al torero por el pitón izquierdo.