Andalucía Centro

A comienzos del próximo enero, arrancará efectivamente la ejecución de uno de los proyectos de mayor magnitud que Moriles afronta en este siglo.

La reordenación vial y la peatonalización de la avenida de Andalucía, con un presupuesto cercano al millón de euros, significa la transformación de la principal arteria de la localidad, donde se concentran los primordiales ervicios públicos y distribuye el tráfico y la configuración del casco urbano.

Acaba de firmarse el acta de replanteo, inicio oficial de esta obra, aunque los trabajos comenzarán a ejecutarse en los primeros días del 2022. El plazo de ejecución abarca todo un año.

La reconfiguración funcional y estética de esta calle troncal sucede a otras intervenciones, ejecutadas en los años anteriores en vías adyacentes, con el mismo patrón, consistente en priorizar al peatón y modernizar las infraestructuras y composiciones urbanas.

El montante se ha cuantificado en 900.000 euros y es financiado, en más de un 75%, con Fondos Feder, gestionados por la Diputación de Córdoba. El Ayuntamiento de Moriles aporta 160.000 euros.

La alcaldesa, Paqui Carmona, ha puntualizado que el proyecto se complementa, en lugares anexos a la Avenida de Andalucía, con un espacio escénico y una zona de aparcamientos y un extenso y completo parque.

Acerca de estas actuaciones, ha indicado que “a esto hay que sumarle que vamos a intervenir también” en un entorno urbanístico “paralelo a la avenida” y “lo dotaremos con un parque potente y un aparcamiento disuasorio que faciliten la movilidad sostenible”.

Además, “al inicio de esta calle, estamos terminando de redactar un proyecto con los Planes Provinciales, contribuiremos con nuestros remanentes, a crear un espacio escénico”. Este equipamiento será un “edificio singular, que incida sobre la cultura y el turismo y las necesidades que tiene un pueblo”. En definitiva, sentencia Carmona “se trata de convertir a Moriles en un pueblo del siglo XXI”.

El proyecto global se incluye en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, implementado desde hace ocho años, y que se basa en reforzar la seguridad del casco urbano y hacer Moriles más habitable.