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El tipo del impuesto de bienes inmuebles de naturaleza urbana se contrae al 0,58%. A la disminución, en un 8%, cumplimentada en este año 2018, se agrega una nueva reducción, ahora del 3,3%, aprobada, por unanimidad, en la sesión plenaria celebrada este miércoles y que cobrará vigencia a partir del 1 de enero. Por lo demás, no se imputa ninguna subida fiscal.

A propósito de esta iniciativa del equipo de gobierno socialista, la alcaldesa, Francisca Carmona, ha afirmado que ya es oportuno, una vez finalizada la revisión catastral y al vislumbrarse la recuperación económica, contrarrestar a los vecinos el sacrificio resistido durante la crisis económica.

En este sentido, Carmona ha dicho que “nos comprometimos con los ciudadanos y es la mayor bajada de toda la historia, el 8%, la de este año, y luego hemos vuelvo a hacer un esfuerzo más, por tanto, nos quedamos en un tipo de gravamen que es el más bajo de la provincia de Córdoba”.

La regidora calcula que, como efecto de estas bajadas tributarias, el Ayuntamiento deja de ingresar 60.000 euros en dos anualidades, un desajuste que se equilibra, ha indicado, adoptando la contención en el gasto una política económica austera y responsable, sosteniendo, en todo caso, servicios públicos de calidad.

Carmona ha concluido que estas acciones son posibles por el superávit generado, después de cancelar una deuda municipal de medio millón de euros, y, también, por los 2 millones de inversiones extraordinarias captados en este ejercicio, procedentes de la Diputación, Junta y Fondos Europeos.