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Los cinco siglos de historia que envuelven al convento de Santa Clara de Montilla afianzan su estabilidad y proyección de futuro con la culminación de unas relucientes obras de restauración, promovidas por el Ayuntamiento.

En 2021, la comunidad de clarisas y el Consistorio suscribieron un convenio consistente en la cesión al patrimonio local de un cuerpo del conjunto patrimonial construido en torno a un patio triangular, prácticamente en desuso, entre las calles Pozo Dulce y Benedicto XIII.

El proyecto ejecutado, insertado en el programa Edusi ‘Imagina Montilla’, ha posibilitado imprimir una transformación integral, acometiéndose la consolidación estructural, la rehabilitación de cubiertas y la recuperación de la utilidad del patio central, el claustro bajo y una sala con nuevo acceso, a través de un edificio levantado sobre la antigua provisoría. La financiación ha alcanzado los 924.000 euros.

Paneles explicativos interpretan el desarrollo de una obra que ha respetado el color azul característico. El alcalde, Rafael Llamas, afirmaba, durante la inauguración, que los usos a implantar guardarán consonancia con la historia, la configuración y las connotaciones del inmueble patrimonial.

El regidor socialista explicaba, respecto al porvenir ,que "tiene que ser una actividad, y así lo dice el convenio, respetuoso, vinculado al uso, de un convento de clausura". Así, "la idea es poder sumar a estos espacios los espacios expositivos y de recorrido que se van a ir diseñando, en el resto del convento".

A partir de ahora, proseguía, "tenemos que trabajar en ese proyecto museográfico y museológico" y "que le dé un contenido que esté a la altura de la historia y de la configuración arquitectónica de este edificio".

Este conjunto arquitectónico es un Bien de Interés Cultural y se orientará a objetivos turísticos y contenido museístico, completando el circuito de visitas guiadas. En siguientes intervenciones, se recuperarán las dependencias contiguas y la construcción de un cuerpo de escalera, así como la instalación de un ascensor para transitar a la segunda planta.

La madre vicaria, sor María Jesús Blanco, confesaba que "es una alegría inmensa, ver un patrimonio que estaba completamente destruido, y ha resurgido, como en sus tiempos". En este sentido, insistía en "la satisfacción y la alegría de que se pueda disfrutar por Montilla y toda España".

Algunas de las galerías y arcadas del siglo XVI, ahora saneadas y rehabilitadas, según detallaba el arquitecto municipal, Carlos Cobos, pertenecen a Hernán Ruiz II, el maestro del Obispado de Córdoba de la época.