Lucena

La incorporación al patrimonio lucentino del yacimiento de Morana podría anticiparse a este año

Martes, 11 Enero 2022 09:53 Redaccion 
La Junta de Andalucía ha autorizado la segregación de la finca donde se ubica este Bien de Interés Cultural
Yacimiento íbero-romano de Morana. Yacimiento íbero-romano de Morana.
La aprobación definitiva de la segregación de la finca donde se localiza el yacimiento de Morana empieza a acelerar la adquisición, por parte del Ayuntamiento de Lucena, de este enclave íbero y romano situado en el suroeste del término municipal, en el entorno de la carretera de Jauja y la zona de la Laguna Amarga.

En una previsión de gasto plurianual, el Consistorio había trasladado a los años 2023 y 2024 las partidas económicas vinculadas a un desembolso, hasta ahora, cifrado en 231.622 euros, para la compra de este cerro fortificado protohistórico.

Así, en el próximo ejercicio, el Ayuntamiento liberaría 120.000 euros y los 111.622 restantes, durante 2024.

Ahora, la comisión provincial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta ha aceptado la imprescindible división de esta propiedad privada y el alcalde, Juan Pérez, en consecuencia, ya admite un posible adelanto de los plazos.

En este sentido, Pérez expone que “teníamos previsto el 2023 y 2024 y así figura en el plan plurianual de inversiones” y confirma que “en cualquier caso se estudiará y valorará la posibilidad incluso de poder aportar algo en 2022”.

Antes, matiza, “nos sentaremos con él –el propietario, residente en Córdoba-, haremos también el nuevo informe de tasación, habrá que actualizarlo, se tasó hace ya bastante tiempo y los informes técnicos pertinentes”. Más adelante, “se intentará llegar a un acuerdo” porque “es verdad que Morana, para el equipo de gobierno y para quien os habla es una prioridad, entiendo que es un recurso cultural y patrimonial de primer orden”.

La Junta, en el año 2000, declaraba Bien de Interés Cultural esta zona arqueológica, cuyos primeros orígenes se remontan a la época del Bronce Final, en torno a los siglos VIII y VII antes de Cristo.

Las Laderas de Morana, que albergan en su suelo una relevante ciudad íbero-romana, se hallan en la confluencia del río Anzur con el arroyo del Infierno, desde donde se contempla la Campiña y Sierra Norte, cordobesas, las Sierras Subbéticas, y la Campiña Sureste de Sevilla.