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Reducir a las directrices básicas contempladas en la ley el desarrollo del suelo de Campo de Aras. Una alternativa denominada “urbanismo blando”.

Es la opción que propone el Ayuntamiento de Lucena a los propietarios de este núcleo poblacional como solución a una irregularidad enquistada desde hace más de 20 años y que, como perjuicio más acuciante, compromete el futuro del abastecimiento del agua, a unas 500 viviendas, de esta zona de segunda residencia ubicada en el sector sur de Lucena, por la orden emitida desde Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Juan Pérez, alcalde de Lucena, explica en que “la cuestión está en que el Ayuntamiento tiene la voluntad firme, si así lo deciden los vecinos, de desarrollar eso, a través de lo que llaman los arquitectos, los especialistas, un urbanismo blando”, prosigue Pérez, “intentando adaptarnos lo máximo posible a la realidad que tengamos, dentro de las normas que se establecen actualmente, creo que más claro imposible”.

Esta alternativa se contiene en el Plan Especial de Infraestructuras, para Lucena-Sur, cuya licitación, relativa a la redacción del proyecto, ya impulsa el Ayuntamiento.

El alcalde, asimismo, ha desvelado que el Consistorio estaría dispuesto a asumir la fórmula de la urbanización por cooperación, al objeto de, también, facilitar a los vecinos, que únicamente tendrían que pagar el desembolso, la urbanización de este suelo de Campo de Aras.

Todo este planteamiento inicial habría de plasmarse en un convenio entre la asociación de vecinos y el Ayuntamiento.

Entretanto avanza el plazo concedido por Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, al colectivo de vecinos Crisaras, de Campo e Aras, en Lucena, para presentar alegaciones contra el cierre de los dos puntos de suministro de agua potable, el Ayuntamiento insiste en la “oportunidad” que genera este contexto, en la pretensión de subsanar carencias crónicas, y en su voluntad de contribuir a conformar una salida favorable.

Sí ha ratificado explícitamente el alcalde que el Ayuntamiento no abastece de agua a Campo de Aras. En este sentido, ha aseverado que “el Ayuntamiento no ha dado concesión a los vecinos para nada”. Sólo, “hace mucho tiempo, años, no sé cuántos, había, una captación, se suministraba agua a los vecinos”. Más tarde, “hace ya bastantes años, no sé si seis o siete, los vecinos renunciaron a esa concesión, a esa compra de agua”.

El alcalde ha añadido, además, que la modificación de la Ley de Aguas, en 2014, impediría al Ayuntamiento, en las actuales circunstancias, nutrir de recursos hídricos a una zona como Campo de Aras.