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Aflicción inmensa en el recorrido último imaginado por Andrés Pérez, un feriante de Lucena, fallecido este fin de semana, y que quería, transitar, en su despedida de este mundo, por la Feria, el lugar donde siempre fue feliz y que comprendió su modo de vida.

Decenas de compañeros, este domingo, escoltaron, compungidos y rotos de dolor, en la Feria de la Primavera de Lucena, al coche fúnebre de Andrés, un compañero “ejemplar”, como lo definen otros trabajadores de este gremio sacrificado e itinerante. En febrero, su corazón se tambaleó con un severo infarto y, desde entonces, ha tratado de desviarse de un desenlace irremediable.

Miembro de una familia extensísima, denominada Los Fandangos, a Andrés, abrumadoramente querido en este mundo de infinidad de vivencias inolvidables, lo apodaban El Chulo y se le recuerda por su bondad y amabilidad permanentes. “Era un hermano para todos”, se lamentan, quienes lo conocieron en toda España con su pista de coches de choque.

Desde el colectivo de feriantes, avisan de que “le ha pasado a él pero nos podía haber pasado a cualquiera de nosotros” puesto que “estamos sufriendo muchísimo” con constantes “ninguneos y olvidos”. Asimismo, apunta que “la presión es inimaginable” en alusión a la interrupción de la actividad de este sector desde octubre del 2019 por motivo de la pandemia del covid-19.

“Él sabía que se moría, no podía resistir más, ha estado mucho tiempo luchando” y, día tras días, decía que “necesitaba volver a la Feria y que las luces se encendieran para él”.

Así, en el amanecer de este domingo, por el Recinto Ferial de Lucena, en el segundo fin de semana de la Feria de la Primavera, Andrés Pérez, antes de encaminar su final definitivo, ha viajado, entre las lágrimas de quienes, jornada a jornada, compartían esfuerzo y alegría con él, entre atracciones, puestos y las luces que, en sus últimas jornadas, tanto ha añorado.

Su familia más íntima ha transmitido, a través de las redes sociales de la Asociación de Empresarios Feriantes de Córdoba que Andrés “se ha ido muy satisfecho” después de “su último paseo por la feria como era su deseo”.