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La protección de la salud colectiva y los sistemáticos y desenfrenados incumplimientos de la normativa sanitaria de prevención contra el covid-19 sustentan la suspensión temporal del botellón en Lucena.

El Ayuntamiento publicará, en las próximas horas, un decreto que anula, transitoriamente, la autorización delimitada en el entorno de la Plaza de Toros y el Recinto Ferial. La decisión, pactada entre los portavoces de los grupos políticos, gravita en un rotundo y concluyente informe de la Policía Local que recomienda la clausura de esta actividad por el alto peligro que comporta.

Los agentes desplazados, el pasado sábado, a la zona donde se reúnen, semanalmente, los jóvenes, durante la noche, principalmente, de los sábados, observaron a unas 350 personas, carentes de mascarillas y que tampoco mantenían una distancia mínima. Fotos y videos documentan cómo los asistentes incluso compartían vasos y bailaban apiñados.

Los efectivos policiales manifiestan que esta aglomeración supone un enorme peligro comunitario y resulta incontrolable en un período que aún requiere de estrictas precauciones por la pandemia.

Fuentes municipales señalan, además, que preocupa sobremanera el ascendente desplazamiento de jóvenes de otros municipios próximos para participar en el botellón de Lucena.

Desde el Ayuntamiento auguran, y es un efecto directo de esta determinación, que la supresión del botellón deparará la disgregación de quienes acuden habitualmente a esta concentración masiva  en distintas plazas del municipio o en las inmediaciones del cementerio de San Jorge. Ninguna autorización municipal permite la ingesta de bebidas y comida en estos lugares y, en consecuencia, la Policía Local redoblará la vigilancia en los puntos, a priori, más conflictivos.