Lucena

La última fase del proyecto en la iglesia de Santiago de Lucena restaura las fachadas y la portada

Jueves, 09 Enero 2020 09:41 Redaccion 
El plazo de ejecución es de tres meses y los pasos de este templo iniciarán ordinariamente su salida procesional del templo en Semana Santa
Ha comenzado la segunda fase de un proyecto conjunto de restauración del exterior de la iglesia de Santiago Apóstol de Lucena.

Esta intervención aborda la rehabilitación y consolidación de las fachadas principal y lateral, incluyendo, por consiguiente, la portada.

Entre finales del 2018 y comienzos del 2019, los trabajos radicaron en la recuperación de la espadaña y la proporción de accesibilidad a la puerta de la calle Santiago.

La obra actual, iniciada hace unos días y de mayor envergadura estructural, se prolongará, en principio, durante tres meses, y el presupuesto, que ronda los 50.000 euros, también lo afronta, en su totalidad, el Obispado de Córdoba.

El párroco, Francisco de Asís Roldán, explica que “lo hacemos también con alegría porque no vamos a tener que pagar nada, es una alegría para nosotros, porque el Obispado de Córdoba sale al frente de los gastos de la restauración de esta última fase de la parroquia”.

El arquitecto, Rafael Pineda, ha garantizado, categóricamente, que los pasos de las cofradías incardinadas en esta sede canónica, iniciarán, normalmente, su estación de penitencia, en la próxima Semana Santa, desde la iglesia de Santiago.

La subsanación de la deformación e inclinación de la portada es uno de los objetivos esenciales del proyecto. Una patología probablemente causada por el terremoto de 1755.

Pineda indica que “la deformación que tiene la portada, en forma de parábola, la vamos a quitar, hemos apuntalado ahí justo en el capitel y, desde ahí, vamos a desmontar todo lo que está abajo y lo vamos a poner vertical, vamos a quitar todas las piedras, vamos a limpiarlas, y cuando las montamos, las montamos ya guardando la verticalidad que tuvo en su inicio”.

La restauradora Macarena Teruel y su equipo numerarán y etiquetarán manualmente las piedras de la portada y las limpiarán, consolidarán y reintegrarán los volúmenes con materiales compatibles con esta obra que afecta a una iglesia del siglo 16. Esta profesional artística detalla que “habrá también limpieza por abrasión suave, con micropistolas de aire comprimido y microesferas de oxido de aluminio, bisturíes, microcinceles; lo bueno es que, al desmontarla, se puede ejecutar toda la parte de albañilería; y yo, mientras, puedo estar limpiando; a pesar de que es una obra de restauración e intentamos que dure lo máximo posible, el mortero será de cal de arena, con resinas en las zonas necesarias, y fibra de vidrio porque el hierro y el cemento es lo peor para la piedra”.

El plan de intervención, afrontado por la constructora lucentina Rafael Oliva, afronta la reposición de la imagen de Santiago Apóstol, en la parte superior de la portada; y, en ambas fachadas, la restitución del mortero de cal de arena; y la eliminación y reparación de humedades, erosiones o desprendimientos