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Los presupuestos de la Junta para 2023 excluyen al centro de salud de Iznájar. Este municipio de la Subbética es una de las poblaciones del territorio que, desde hace más tiempo, reclama una nueva dotación sanitaria, adaptada a las necesidades actuales y con servicios accesibles y modernos.

El Ayuntamiento remonta el origen de esta reivindicación tres décadas atrás. Rabia, impotencia o indignación son los términos que resumen las sensaciones suscitadas en el alcalde, Lope Ruiz, al conocer que el Ejecutivo andaluz niega la financiación a este proyecto.

Una nueva frustración que adelantó la propia delegada territorial de Salud, María Jesús Botella. Lope Ruiz relata que la propia Botella confirmaba que ni siquiera se liberaba consignación económica para la redacción del proyecto.

Relata Ruiz que “tuvimos una reunión con la delegada de Salud y nos confirmó que, efectivamente, no había ningún tipo de dotación presupuestaria, ni siquiera para la redacción del proyecto”. Ante ello, “la indignación se la puede imaginar todo el mundo, la indignación, la rabia y la impotencia, son manifiestas, no sólo en equipo de gobierno, sino también, creo, en el resto de vecinos de Iznájar”

Desde mayo, tras un proceloso y complejo procedimiento, el Ayuntamiento adecuó y habilitó los terrenos elegidos, en una superficie ya desvinculada del Colegio Nuestra Señora de la Piedad, una vez aceptada la propuesta de los servicios técnicos municipales de Urbanismo.

A partir de ahora, únicamente compete a la Junta impulsar la licitación del proyecto y de la obra y la ejecución de la actuación.

El alcalde ya apunta a la posibilidad de iniciar un calendario de movilizaciones porque “ni hay voluntad ni la ha habido nunca, por parte de la consejería de Salud, de construir el centro de salud”. Desde ahora, restaría “emprender la vía de la movilización, no han dejado otra salida”.

Lope Ruiz le reprocha a la Junta que, en estos dos años, “haya mareado la perdiz, diciendo que había compromiso efectivo y dotación presupuestaria, ahora, nos hemos dado cuenta de que nos estaban engañando”.

El alcalde, en definitiva, considera que todos los compromisos de la Junta no se han ajustado a la realidad y remarca que, durante dos años, el Ayuntamiento sí ha materializado, documentalmente, sus obligaciones.