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El jurado declara culpable de una muerte “intencionada y alevosa”, de asesinato, al hombre de 95 años que acabó, en noviembre del 2019, con la vida de su esposa, de 86 años, en Iznájar.

Este varón está acusado de asestarle a su mujer, enferma de alzhéimer, 46 puñaladas. Los miembros del jurado descartan que el móvil de este crimen fuera humanitario y concluyen que tampoco dio muerte a su esposa por amor o por terminar con la situación de deterioro progresivo de su estado de salud.

Después de varias sesiones de este juicio, que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba, el jurado considera que el procesado cometió los hechos con su capacidad “parcialmente mermada”, unas circunstancias en la que influyeron el estado de depresión y menoscabo ascendente en que se encontraba la víctima mortal, sobre todo, después del incidente, días antes de los hechos juzgados, que la había postrado en la cama, con una herida de arma blanca, sin desecharse la autolisis como origen.

El juicio ha quedado visto para sentencia. El jurado añade que no está probada la colaboración activa, personal y directa del procesado en el suicidio de su esposa y pide que no se conceda la suspensión de la pena ni el indulto. La fiscal y la acusación ejercida por la Junta solicitan 20 años de cárcel y la defensa, que pide que se estime como un delito de cooperación al suicidio, una pena máxima de seis años.