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Personal sanitario de la demarcación territorial del sur de Córdoba ha usado, confiando en una efectividad demostrada irregular, las mascarillas defectuosas ya retiradas por el Ministerio de Sanidad. “Una constancia”, manifestada por la organización CSIF, también comprobada en el recinto hospitalario Reina Sofía de Córdoba.

Los sindicatos exigen que se aparten de los hospitales, centros de salud y otras unidades asistenciales estos elementos anómalos que aún se mantengan en circulación y la realización de test de detección del coronavirus y el preventivo aislamiento de todos los profesionales que los hayan portado.

Por ejemplo, CSIF reclama saber el número exacto de mascarillas Garry Galaxy, modelo NP95, que conformaban el lote que incumplía los estándares de calidad, suministradas en la provincia y solicita a Salud que informe, expresamente, a los sanitarios que las han utilizado.

María Maestre, responsable de Sanidad en CSIF Córdoba, indica que “es escandaloso que la administración haya enviado, al personal que está en primera línea de lucha contra la pandemia, un material que no garantiza ni su protección ni la de las personas que atienden en los centros sanitarios”.

CSIF, además, demanda que la Junta preste apoyo psicológico a los médicos, enfermeros o auxiliares afectados, indican, por esta "negligencia" y resaltan que es prioritario asegurar la trazabilidad de todos los productos de seguridad y protección.