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El alcalde de Campillos, Francisco Guerrero, ha superado este fin de semana la cuestión de confianza a la que ha querido someterse y continuará el resto del mandato al frente del Ayuntamiento. Dicha cuestión de confianza quiso además vincularla a la aprobación del presupuesto municipal para este año de forma que también ha salido adelante.
 
El pleno extraordinario se convocó a mediodía del sábado para debatir sobre la gestión del equipo de gobierno de Izquierda Unida. La cuestión de confianza salía finalmente adelante gracias al voto de calidad del alcalde. Los concejales de IU votaron a favor, los del PSOE en contra, y el edil del Partido Popular optó por la abstención.
 
“Hemos demostrado nuestro compromiso sometiendo nuestra gestión a esta cuestión de confianza a la que nos comprometimos con el PSOE y el PP el día de la investidura. Ha sido un día histórico para Campillos. Es la primera vez en la historia de nuestro pueblo que se debate si el alcalde y el equipo de gobierno deben seguir o no al frente del Ayuntamiento, y para nosotros esto es una prueba de salud, transparencia y calidad democrática. Nadie puede poner en duda la credibilidad del equipo de gobierno (IU). Asumimos en su día, y lo volvemos a hacer ahora, el compromiso de seguir aceptando y aprobando propuestas presupuestarias del resto de grupos políticos que componen la corporación municipal”, afirmó Francisco Guerrero.

El portavoz del PSOE, Jesús Galeote, criticó que “a nuestro grupo no se le han aprobado ninguna de las propuestas que hemos presentado al presupuesto. No se pueden poner como ejemplo las obras, porque van por otros canales de financiación. En 2016 se ha vuelto a incumplir la regla del gasto y eso va a obligar al equipo de gobierno a hacer otro plan de ajuste. Se incumplió en el ejercicio 2015 y se ha vuelto a incumplir en 2016”.
 
El portavoz del PP, Luis Parejo, reclamó por su parte al equipo de gobierno “un compromiso público y firme” para incorporar sus propuestas a los presupuestos municipales.
 
En caso de que la cuestión de confianza no hubiese salido adelante, PSOE y PP habrían tenido un mes de plazo para presentar una moción de censura.