El Ciudad de Lucena no ha renunciado a su identidad ni a su estilo de juego en el choque en que se medía al Villarreal Club de Fútbol. En un partido marcado por el aguacero de la tarde y la leve lluvia que daba paso a una llamativa niebla, el cuadro celeste mostró al mundo del fútbol sus armas en la eliminatoria de la Primera Ronda de Copa del Rey.
El Villarreal comenzó incómodo en un terreno de juego al que no estaba acostumbrado, lo que sumado a la alta presión del Ciudad equilibró el duelo hasta que dos jugadas con rápidos y efectivos pases colocaban a Tani Oluwaseyi solo ante Froilán Leal, consumándose su doblete antes del minuto 20.
El Ciudad de Lucena no se vino abajo y a punto estuvo de acortar distancias antes del medio tiempo con un cabezazo de Joseliyo a centro preciso de Álex Benítez. En estos últimos minutos, destacó la actuación del meta celeste, Froi, quizás el hombre más destacado del equipo lucentino junto a José Cruz por su salida de balón.
A la reanudación el equipo dirigido por Antonio Jesus Cobos no se rindió, aunque en cansancio comenzaba a hacer mella, al igual que la desigualdad en el electrónico que se vio aumentada por el tanto de Ilias Akomach en el 59 de juego. La segunda parte estuvo marcada por los cambios de uno y otro lado, así como por los constantes intentos del Ciudad de acercarse a la meta amarilla jugando la pelota, algo que logró en ciertos momentos del encuentro.
En el minuto 70, un pase al espacio volvía a dejar a Tani Oluwaseyi ante Froi para firmar el 0-4 y su hat-trick. Unos minutos después, Canty estrellaba el balón en la escuadra derecha de la portería del Villarreal, si bien el balón no quiso entrar en lo que hubiese supuesto el merecido gol del honor. Los dos últimos goles con tinte amarillo los firmaron Mikautadze, a la salida de un córner, y Comesaña. Además, el equipo local tuvo que terminar jugando con 10 tras quedar Manu Molina físicamente muy tocado por el esfuerzo.
De este modo, el Ciudad añade una nueva noche copera para su historia, con un partido del que ha de sentirse privilegiado y orgulloso.
De este modo, el Ciudad añade una nueva noche copera para su historia, con un partido del que ha de sentirse privilegiado y orgulloso.
