A sus 39 años, Cristina ha aprendido a convivir con esta enfermedad que, según ha explicado en Hoy Por Hoy Lucena, no cuenta con un tratamiento específico y cuya investigación es aún muy limitada debido a su baja incidencia.
Además de este síndrome, Cristina también padece epilepsia mioclónica juvenil, lo que complica aún más su estado de salud. En distintas etapas ha tenido que ser ingresada en unidades de cuidados intensivos e incluso inducida al coma por la gravedad de los brotes. “Cuando ambas enfermedades se juntan, es muy difícil salir adelante. He pasado por muchas UCIs, pero también he tenido la suerte de mejorar en los últimos años”.
Casada y madre de una niña de 11 años, destaca el papel fundamental de su entorno familiar, lanzando un mensaje de ánimo y perseverancia a quienes, como ella, padecen enfermedades poco frecuentes.

