Rute

Vecinos de diseminados de Lucena, Cabra y Rute denuncian "una intranquilidad insoportable" por los incesantes robos

Martes, 10 Abril 2018 17:51 Redaccion 
Estos ciudadanos cuantifican en una cuarentena aproximadamente los asaltos cometidos en viviendas, talleres y cocheras desde agosto del año pasado


Los residentes en diversos disgregados poblacionales de los municipios cordobeses de Lucena, Cabra y Rute han sido víctimas, en el transcurso de los últimos nueve meses, de constantes y reiterados robos, registrados en parcelas, domicilios y dependencias laborales. Indefensos y atribulados, han vuelto a congregarse públicamente reclamando medidas urgentes.

Después de unos 40 sucesos de esta índole, perpetrados desde agosto, en casas habitadas, almacenes, talleres y cocheras, en la que los autores se apropian de dinero, útiles del campo, vehículos y otros objetos personales, los vecinos de las aldeas de Los Llanos de Don Juan, Zambra y Nacimiento de Zambra y de los diseminados de Las Erillas, Los Arroyuelos, La Tajea y Gaena, se sienten impotentes y quieren vivir tranquilos.

Unas 250 personas se concentraban, durante la tarde de este lunes, en La Tajea, por segunda vez en un corto período de tiempo, exigiendo soluciones inmediatas y definitivas.

Juan José Bujalance, uno de los portavoces de esta improvisada plataforma ciudadana, relata que “están entrando en casas habitadas, con alarmas, y se ven las fotos de los ladrones con capuchones”. Expresan que cuando propagan colectivamente esta catarata de asaltos, los ladrones paralizan su actividad durante unos días, para retomarla nuevamente.

Paco Toro es el alcalde pedáneo de Los Llanos de Don Juan y reconoce que “es normal que estemos mosqueados, yo soy otro vecino más, que tengo también mis cocheras, y esto es una cosa insoportable ya, porque llevamos más de un año”.

Hace unas semanas, la Guardia Civil practicaba dos detenciones de presuntos autores residentes en la provincia de Sevilla. Unas actuaciones que no han anulado el pensamiento general de que ideólogos o colaboradores de estas violentas irrupciones son habitantes de estos núcleos.

Tres efectivos del Instituto Armado vigilaban el tránsito de vehículos durante esta convocatoria, operativo que evidencia, el incremento de la presencia de agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en esta zona, dispositivo que no está impidiendo más hechos delictivos.

Lorenzo Montes, titular de un concesionario de maquinaria agrícola saqueado recientemente, ilustra la inquietud que embarga a los propietarios de las más de cien viviendas emplazadas en este entorno, apuntando que “exigimos que mantengan la vigilancia, a ver si podemos estar tranquilos, porque estamos intranquilos, levantándonos al día siguiente sin saber lo que nos vamos a encontrar; en mi caso, entraron a cinco metros de donde yo dormía”.

Distintas voces negaban explícitamente la afirmación pronunciada por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo, quien en una reunión celebrada hace unos días, en este territorio, junto a los alcaldes de Lucena y Rute, dijo que estos episodios representan únicamente el 4% de las sustracciones consumadas en estos lugares. Antonio Montes exponía que “si hay ciento y pico viviendas en la zona y han robado en treinta y tantas, no creo que sea un 4%, las matemáticas no fallan, por ejemplo, a mí me ha tocado dos veces y tardaron diez minutos o un cuarto de hora”.

Aseveran, estos ciudadanos, que los ladrones manejan información exacta acerca de las costumbres, movimientos y hechos extraordinarios, como vacaciones o fiestas familiares, que afectan a los moradores de los inmuebles.

Antonio Montes nos cuenta, abundando en el temor y la desconfianza que soportan diariamente, que incluso deben contratar seguridad privada cuando se celebran diversos acontecimientos. “Se casó un vecino aquí y, para quedarnos tranquilos, contrató vigilancia para aquella noche, para, por lo menos estar tranquilos el día de la boda”.

Las sustracciones no se limitan a elementos materiales sino que, además, se extiende a animales. Rafaela Párraga revela que “en octubre se llevaron todos los perros de mi hijo, cuando ya empezaban los robos en firme”.

.Distintas fuentes indican que, en breve, podrían efectuarse nuevas detenciones que implicasen a convecinos de estos poblados, aunque los denunciantes pronostican, y les preocupa,  que su puesta en libertad se dicte en solo unos días y puedan continuar protagonizando fechorías.