Lucena

"No queremos inmigrantes que vengan de fuera y nos estropeen Lucena"

Martes, 27 Agosto 2019 10:24 Redaccion 
150 personas secundan una concentración anónima contra el regreso a la localidad de los menores migrantes no acompañados


Unas 150 personas acudieron en la noche de este lunes a la Plaza Nueva de Lucena, secundando la concentración, de origen desconocido, cimentada en la oposición al regreso a la localidad de los menores migrantes que, en unas dependencias autorizadas por la Junta de Andalucía, residen actualmente en Doña Mencía.

Los asistentes, a título individual, todos ellos, sin pancartas o distintivos corporativos o identificativos, expusieron argumentos, al mostrarse contrarios a este recurso humanitario, social y asistencial, como el incremento de la inseguridad que temen acarreará, fundamentalmente, o, directamente, el rechazo al inmigrante.  Aducían, en sus testimonios, a hechos delictivos, supuestamente sucedidos, en otros puntos de España, estableciendo paralelismos y analogías con lo que vaticinan ocurrirá en Lucena.

Hombres y mujeres de edades variopintas permanecieron silenciosamente posicionados en este céntrico punto de Lucena durante unos 30 minutos, respondiendo, activamente, al llamamiento difundido por redes sociales y servicios de mensajería instantánea y que promovía una manifestación en la Plaza Nueva con la finalidad de exteriorizar disconformidad con la vuelta a Lucena del Centro que acoge a niños y jóvenes extranjeros y no acompañados. Sin necesidad de intervenir, cuatro Policías Locales y tres efectivos del Cuerpo Nacional de Policía vigilaron esta concentración.

Asegurando que ya causaron problemas serios cuando habitaron en una casa de la carretera de Rute, alertaban del quebranto de la tranquilidad que comportará el alojamiento de estos menores en el Complejo de Los Santos, una vez iniciado el expediente administrativo; reclaman que, estos migrantes tutelados por la Junta, continúen en Doña Mencía o retornen a sus países de donde han logrado salir por los riegos que suponen contextos de guerra, hambre, persecuciones o violaciones de los Derechos Humanos.

Algunos de los testimonios afirmaban que “hay oenegés que lo único que hacen es cobrar dinero de todos esos centros”; “vendrá de todo, creemos que es mal por nuestros nietos y menores, que se lo lleven a otro sitio, no le deseo nada, que estén bien y que los cuiden, pero en Córdoba o Sevilla”; “pero aquí parece ser que en Lucena nos tenemos que tragar todo lo que no quieren por ahí”; “que los ayuden sus pueblos y los acostumbren a trabajar”; “no queremos inmigrantes que vengan de fuera y nos estropeen Lucena”; “son jóvenes y menores y les ampara la Ley del Menor, no pueden robar, pueden hacer lo que quieran, y sin embargo no les pasa nada”; “en las calles de Lucena va a haber cada vez más delincuencia”.

Un joven abogaba por prohibir categóricamente la instalación de este centro de menores en Lucena y justificaba su presencia porque, indicaba, en Puente Genil la movilización ciudadana, que conllevó una rectificación política, logró impedir su apertura.