Lucena

El lucentino Antonio Maíllo vuelve a la docencia reivindicando una política compatible "con la vida y la salud"

Lunes, 17 Junio 2019 17:15 Redaccion 
Dimite como coordinador andaluz de IU y renuncia al acta de parlamentario autonómico por motivos personales porque "no me la quiero jugar, no me lo perdonaría"
Es la reflexión, y la lección, política y humana, con la que se despide el lucentino Antonio Maíllo de sus responsabilidades públicas como coordinador de Izquierda Unida en Andalucía y parlamentario autonómico de Adelante Andalucía.

“Y tengo que decir, también, que en estos años agitados, la actividad política ha adquirido unas dimensiones en las que los niveles de estrés y de tensión son incompatibles con una vida de calidad, son incompatibles con una vida saludable, y a mí me gustaría que esta reflexión, que la hago, la hago para intentar contribuir a la necesidad, de que la política se convierta en una actividad que permita conciliarla con la vida humana, con la vida familiar, con la salud, con el bien vivir, con una línea de coherencia, en el que, estar en un puesto de responsabilidad política, no pueda ser estar en un puesto de tensión permanente, de susto o muerte”.

Regresa a la profesión cuyo ejercicio interrumpió al asumir funciones políticas. Y al mismo centro educativo, el instituto San Blas de Aracena, Huelva, donde retomará la impartición de la asignatura de Latín. Lo considera su “último acto de coherencia”, coincidente con su visión temporal de la representatividad ciudadana.

El lucentino Antonio Maíllo, hasta ahora coordinador andaluz de Izquierda Unida y parlamentario autonómico, finaliza su servicio político activo.

Este lunes ha renunciado a su acta y formaliza su dimisión en la Comisión Colegiada de Izquierda Unida. Ya ha solicitado el reingreso como profesor.

Maíllo ha explicado, en una comparecencia de prensa nutrida de periodistas, que deja la primera línea de la política por una motivación personal, sustentada en una reflexión y una meditación profundas ya que, sentencia, que “contra el sistema es posible luchar pero no vale la pena hacerlo contra la biología”.

Ha relatado desde una franqueza y claridad plenas, que atravesó “una experiencia personal, como ustedes saben, de un cáncer de estómago, del que afortunadamente superé y estoy contentísimo de estar, me encuentro bien de salud, tengo las revisiones que hay que tener hasta los cinco años, y llevo ya tres años y medio, estoy muy contento”. Proseguía Maíllo, exponiendo que “ustedes me ven, tengo energía y actividad, el problema no es que de pronto haya ocurrido ningún problema de salud, no, es una reflexión de decir, que no me la quiero jugar, permítanme que lo diga, no me la quiero jugar, no me lo perdonaría”.

La fecha en la que adopta la decisión sí la determina el fin del ciclo electoral que ha concluido con la convocatoria de las municipales. Por responsabilidad, ha indicado, en febrero, ante el anuncio, para el 28 de abril, de las generales, ya fija su marcha una vez se constituyan los nuevos Ayuntamientos. No obstante, ha puntualizado que si Pedro Sánchez hubiera retrasado a octubre las nacionales, habría pospuesto su dimisión hasta entonces.

Maíllo ha señalado que, como miembro de la generación de los 60 del siglo pasado, caracterizada por “la cultura de la política” e imbuida “del sentido de la ética”, nunca abandonará el compromiso político que le brotó cuando vivía los 19 años -ahora acredita 52- incitado por el referéndum de la OTAN.

Seis años se ha desempeñado Maíllo como Coordinador Andaluz de Izquierda Unida y, Miguel Villa, su homólogo en la asamblea de Lucena, en la que inició Antonio Maíllo su trayectoria política, lo distingue como un referente ejemplar de la casta de hombres de bien, políticos honestos y sencillos y movidos por la convicción del servicio público.

Rememora Villa que “él entra en silencio sin muchos aspavientos, un día, la organización confía en él, el lo primero que hace es encontrarse la situación más complicada que ha vivido Izquierda Unida en su historia reciente, tiene que hacer frente al nacimiento de Podemos como organización, intenta con todos sus medios, la unidad de las fuerzas de izquierdas, se encuentra una IU, en términos económicos, en una situación muy precaria, y todo eso desde el silencio, la firmeza, él lo hace eso demuestra, al igual que ha hecho ahora a la hora de irse, que es un hombre, honesto, sencillo y humilde”.

Villa ha querido resaltar que Antonio Maíllo nunca ha perseguido recompensas personales, colocándolo, junto a Alberto Garzón, en el mismo plano, conformando un tándem, por su relevancia en la dirección y en la organización, en la esfera federal de Izquierda Unida.