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El concejal no adscrito, Vicente Dalda, en primera instancia, y el sindicato USO, respaldando, en todos sus extremos, la teoría difundida por este edil, culpan a Fran Adame, delegado de Seguridad Ciudadana, de confabularse con un agente de la Policía Local en su pretendida promoción.

Un grupúsculo de policía política en Lucena que, en connivencia con el poder político, otorgan tratos favorables en servicios recíprocos.

Esta es la grave denuncia advertida por Dalda. En su comparecencia, difundía unos pantallazos relativos a una conversación privada de Whatsapp, del 2 de noviembre del pasado año, entablada entre Adame y un agente de identidad desconocida.

Adame escribe, literalmente, que le interesa “generar el bulo” de que su favorito en el ascenso a la plaza de subinspector es el funcionario público Egea. El edil socialista le recomienda a su interlocutor, textualmente, que “deje correr el chisme” y le confiesa que esta artimaña obedece a una “cuestión de orgullo”. Adame le asevera, finalmente, a este policía que constituye “su objetivo de la legislatura”.

Dalda exponía que “en Lucena tenemos una policía política; yo creo que en Lucena, la policía local, la gran mayoría, por favor, quiero recalcar mucho esto, son grandes profesionales pero hay unos poquitos que son los que se prestan a estos tipos de juegos, juegos de connivencia con los políticos para dar servicio a los políticos”.

Justicia la difusión de estos mensajes porque, de acuerdo a la versión que hoy descrito, el policía que cruza estas comunicaciones con Fran Adame, y al que, supuestamente, desea promocionar el concejal del ramo, por error, situó las imágenes en su estado de whatsapp.

Estableciendo una relación de causa y efecto, Dalda alerta de que la Policía Local precisa de una urgente reorganización a fin de que los uniformados presten servicio con profesionalidad y respondan a las necesidades de los vecinos como estos requieren. Así, admite que “tengo una profunda sensación de asco, la gran mayoría de profesionales de la policía local, tienen derecho a poder ascender, en unas condiciones de mérito y capacidad y no en unas condiciones de quien le hace más la pelota al político de turno”.

Concluye, señalando que “esto está pasando en nuestra localidad, con la policía local, la inmensa mayoría calla en silencio, porque conocen de las represalias que pueden sufrir”.

Dalda ha enunciado estas gruesas acusaciones, que envuelve en un clima de intrigas, después de aseverar que la Oferta de Empleo Público decretada por el alcalde de Lucena, Juan Pérez, al término del pasado año es nula de pleno derecho al incumplir la obligación de debatir los criterios generales en una Mesa General de Negociación.
El edil no adscrito le reclamará a Pérez que actúe de oficio o, en caso contrario, ha avanzado que interpondrá un recurso ante el tribunal contencioso administrativo.

Esta propuesta de contrataciones abarca, en la modalidad de turno libre, cinco plazas de policía y un práctico en topografía para catastro, y dentro del orden de promoción interna, un responsable de archivo, y un subinspector y dos oficiales de Policía Local.

Horas después de la denuncia pública de Dalda, Adame desmentía la autoría de los cuatro pantallazos de Whatsapp, difundidos por el edil Vicente Dalda, y de los que se desprende una presunta confabulación orquestada con la finalidad de perjudicar a un policía local y favorecer a otro, supuestamente su interlocutor, en el ascenso a una plaza de subinspector.

Adame achaca la denuncia de Dalda a una artimaña electoral, urdida para difamar, en su conjunto, al equipo de gobierno. Por el momento, en su escueta reacción, el concejal socialista elude anunciar la adopción de acciones judiciales y enmarca esta asunto “en nada más que un montaje, que forma parte de su estrategia electoral, que siempre va en la misma dirección, desprestigiar al equipo de gobierno con juego sucio, solo puede responder a su deseo de manipular y enredar constantemente la vida del Ayuntamiento, pronto será Dalda quien tenga que dar explicaciones sobre su actuación como concejal. es una venda que empieza a ponerse por lo que pueda venir, pronto saldremos de dudas”.

Ningún componente del equipo de gobierno ha manifestado su opinión públicamente.

En esta contraofensiva, Adame alude a ciertas causas pendientes, aunque sin especificarlas, que incumben a Dalda en los tribunales.

En el tercer capítulo de esta controversia, el sindicato USO se adhiere a la teoría de Vicente Dalda y confiere verosimilitud a la hipotética conversación mantenida, en noviembre del 2018, entre Fran Adame, concejal de Seguridad Ciudadana, y un oficial de la Policía Local, un convencimiento igualmente extendido entre la mayoría de la plantilla de la Policía Local, quienes, por el supuesto descuido, observaron los diálogos privados.

La Unión Sindical Obrera manifiesta que el contenido de estos textos supone una “burla a los principios de mérito, capacidad, independencia e imparcialidad”, aunque matiza esta organización que no se deduce ilícito penal alguno por no consumarse los hechos. Sí avanzan que requerirán, como Dalda, la nulidad de la oferta de empleo público, decretada el último 26 de diciembre, por la inexistencia de negociación alguna.

Pepe Martos, delegado de este sindicato en la Policía Local, asevera que “yo personalmente vi aquellos mensajes e incluso hablé con el mismo interesado y me confirmó la situación”. De otra parte, censura que “no es de recibo que haya personas estudiando –para elevar su rango- y a otras se les dé a dedo”. Por último, entiende oportuna “la dimisión de Adame y la creación de una comisión de investigación que depure responsabilidades”.

Entre los partidos políticos, si bien, con reservas y prudencia, todos le otorgan credibilidad a los whatsapps propagados, guardan silencio, y, por el momento, únicamente se ha pronunciado Jesús López, portavoz de Ciudadanos, quien señala que “el concejal implicado, señor Adame, afirma que es obra de un montaje, y yo creo que tenemos ser muy cautos, a la hora de hacer juicios de valor, saber muy bien lo que ha pasado y ya opinaremos al respecto”.