Lucena

La Cueva del Ángel de Lucena data la migración de África a Europa en 3.600 años de antigüedad

Miércoles, 13 Febrero 2019 09:20 Redaccion 
Esta revelación proviene de la investigación efectuada a partir de los restos óseos de un individuo que habió en la covacha
Unas muestras genéticas extraídas, en 2013, de la covacha de la Cueva del Ángel de Lucena, han demostrado la germinación de un proceso migratorio, desde el África Subsahariana a la Península Ibérica, en el año 1.600 antes de Cristo. Hasta ahora, la evidencia más remota de este flujo entre continentes correspondía al siglo octavo de nuestra era.

Investigadores de universidades italianas o alemanas, de laboratorios del Reino Unido y del Museo Nacional de Dinamarcahan analizado 20 restos de ADN, localizados en huesos presentes en este yacimiento arqueológico lucentino. De ellos, cuatro, dos relativos al Calcolítico y dos a la Edad del Bronce, han arrojado resultados positivos. 

Los resultados del estudio han sido publicados, el pasado 23 de enero, en la prestigiosa publicación mundial sobre Procedimientos Biológicos de la Royal Society Británica.

La metodología ha comprendido el análisis de hallazgos obtenidos en cuatro puntos de España.

Francisco Bermúdez, coautor del artículo, dirigido por la profesora Gloria González-Fuertes, de la Universidad de Ferrara, en Italia, ha desvelado que esta revelación la ha aportado un individuo de la Edad del Bronce, que habitó en la parte superior de la Cueva del Ángel. Matiza que “en este individuo de la covacha, de unos 3.600 años de antigüedad, del 1.600, aproximadamente, antes de Cristo, de la Edad del Bronce, se ha detectado que tiene en su ADN, un componente procedente de África, es la primera vez que se ha constatado en la Prehistoria”.

Cecilio Barroso, director de la excavación y presidente de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, ha incidido en el potencial impresionante del ADN contemplado en la Cueva del Ángel porque es perceptible en el 90% de los huesos y, además, su calidad, “es extraordinaria”. Barroso ha ponderado que el trabajo reflejado, en una revista de impacto mundial, “es exhaustivo y riguroso”. Proseguía, detallando que “las muestras que nosotros hemos enviado y hemos procesado, son del Neolítico y del Calcolítico; en el Neolítico, de las primeras poblaciones de agricultores que llegan a Lucena, primeras poblaciones que empiezan a cultivar; y el Calcolítico hace referencia a las primeras poblaciones de prospectores de metales, en concreto del cobre, y trabajo del cobre”.