Lucena

Francisco López Salamanca moderniza en su último libro el resplandor de Eliossana, la Lucena judía

Martes, 18 Septiembre 2018 08:46 Redaccion 
El cronista oficial de la ciudad actualiza el fulgor y la brillantez de la aljama lucentina entre los siglos IX y XII


La investigación, la selección, el análisis y la comparación de las fuentes escritas que sustentan el predominio mundial de la Lucena judía, entre los siglos IX y XII, fundamentan la última obra del cronista oficial de la ciudad, Francisco López Salamanca.

2 de junio de 2012. La Red de Juderías acepta como miembro a Lucena. Un proceso, como evoca en el prólogo de Eliossana, la Lucena judía, Manuel Lara Cantizani, artífice capital de este logro, fraguado durante nueve años. Una resolución sustentada y amparada en la justicia histórica.

Lucena emergió, en el Siglo de Oro del Judaísmo español, como un foco cultural de prestigio internacional y sobresaliente dimensión, afianzándose, además, como centro espiritual de Occidente en el año 1033.

Francisco López Salamanca, en su estudio, segmentado en ocho capítulos e impreso en un centenar de páginas, define a Lucena como un emporio judío, desconocido hasta entonces en Europa, Asia y norte de África.

Relata López Salamanca, docente jubilado y miembro de la Real Academia de Córdoba, que sustanciosos y sólidos documentos que avalan la preponderancia y esplendor de Lucena han sido descubiertos en El Cairo, capital de Egipto.

Ahondando en la génesis y particularidades de la judería Lucena, el autor resalta su vetusto origen y su temprana disolución porque en 1148 la dinastía bereber de los almohades expulsó a la aljama o comunidad judía lucentina.

La tesis expuesta en esta obra defiende que Lucena se constituyó en una ciudad refugio para aquellos hebreos que, por causas políticas o religiosas, huían de la corte cordobesa. Un milenio después, en octubre de 2015, el Pleno del Ayuntamiento, en plena sintonía con sus antepasados, declaró oficialmente la disponibilidad del municipio en la acogida y aceptación de inmigrantes perseguidos y hostigados en sus países.

Lucena, desde el año 863, pertenecía a la corá –circunscripción territorial- de Cabra, conformada, además, por Baena, Luque, Castil Anzur, Monturque Aguilar de la Frontera.

La ubicación de Lucena, en la encrucijada entre las serranías penibéticas, la Campiña y Córdoba, reforzaron su hegemonía, también geográfica. En relación a la académica, López Salamanca abunda en proclamar el examen de una interesante conexión con Toledo.

Por último, el contexto económico presentaba una pujanza equilibrada entre la agricultura, el viñedo, la naturaleza ganadera, el comercio de objeto como pieles finas, especias, drogas usadas en Medicina, piedras, metales preciosos, tejidos e, incomprensible y muy lamentablemente, esclavos.