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El Ayuntamiento de Lucena ha tomado posesión del antiguo palacete barroco ubicado en la calle Condesa Carmen Pizarro, y cuya expropiación establecía el Plan General de Ordenación Urbanística.

La Comisión Provincial de Valoración fijó un precio de casi 569.000 euros para este edificio de dos plantas y 456 metros cuadrados, abonándose, como cantidad final 576.000 euros, una vez aplicados los intereses legales.

El Consistorio, que ya ha pagado a los propietarios la totalidad del importe, estudia emplazar en este inmueble el futuro Museo Judío o adaptarlo como hotel, junto a la superficie contigua de los alfolíes ducales, también adquirido mediante el mismo procedimiento.

La Comisión de Urbanismo conocía ayer tarde de esta recepción, formalizada el viernes, y el concejal no adscrito, Vicente Dalda, ha denunciado públicamente que la parte vendedora no ha respetado la condición estipulada en el contrato de mantener en el interior los bienes muebles. Este edil considera que “sinceramente creo que las condiciones en que nos han entregado el edificio de Condesa Carmen Pizarro, después de haber pagado un dineral por él, son impresentables, son indignas, y espero que el Ayuntamiento y el equipo de gobierno sepan reaccionar y exigir responsabilidades”.

Según esta versión, han desaparecido puertas, herrajes, enchufes, cuadros de luz, ventanas, vidrieras y marcos. Dalda les ha reprochado a los responsables de Urbanismo y al Ayuntamiento que no inspeccionasen esta casa antes de aceptar la transmisión.

Cuestionado por esta información, el concejal de Urbanismo, José Cantizani, ha rehusado manifestarse, arguyendo que las deliberaciones de las comisiones son secretas.

No obstante, fuentes consultadas por la SER confirman que el Consistorio, primero, por vía amistosa, reclamará a los originarios dueños la reposición de los efectos correspondientes al contenido de este edificio de los siglos 16 y 17, antes de adoptar otras medidas.