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La tranquilidad que reina en Iznájar se vio interrumpida el pasado sábado, 9 de julio, por una concentración de unas 200 personas, jóvenes de otras poblaciones cercanas, que quedaron en el municipio para hacer “botellón”. Al parecer, según fuentes municipales, los jóvenes iban asistir a una fiesta que se organizaba en un local del municipio, sin embargo, no llegaron ni a entrar y se concentraron en el aparcamiento público existente en Iznájar. En torno a la una de la madrugada, los jóvenes comenzaron a protagonizar distintos incidentes como el destrozo de mobiliario urbano, suciedad y el empotramiento de coches en algunas esquinas de calles. Posteriormente, este grupo de personas se desplazaron hasta la zona de Valdearenas donde prosiguieron originando altercados, llegando incluso a increpar a un agente de la Policía Local que se incorporaba al servicio de mañana.Los hechos han originado gran alarma entre los vecinos que vieron con se les perturbaba su descanso nocturno.

Para tranquilizar a la población iznajeña, el alcalde, Lope Ruiz, ha comparecido públicamente para asegurar que “se trata de un hecho puntual” y avisa que “no vamos a permitir que se repita”. De hecho se han podido identificar a unos 25 jóvenes que, asegura el regidor, cuentan con antecedentes de este tipo de altercados.

Se da la circunstancia que la noche del sábado no había ningún policía local de servicio, sólo un guarda rural. El alcalde ha explicado que se vio oportuna esta medida porque “nada hacía pensar en un hecho de este tipo dada la trayectoria que estaba teniendo el verano”. A esto, suma el regidor, que la Guardia Civil “tardó más de tres horas en llegar”, lo que le ha llevado a trasladar su queja al teniente jefe de la Compañía de Priego y al subdelegado del Gobierno.

El alcalde ha anunciado que para evitar que hechos como los sucedidos el sábado se vuelvan a producir se van a adoptar medidas de coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad.